miércoles, 29 de agosto de 2012

LOS MERCENARIOS 2, la CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA de DIDÍ ESCOBART


Cuando todavía NO ME HE REPUESTO de la visión de Prometheus, película de Ritley Scott (despropósito cinematográfico que se especula haya sido el motivo del reciente suicidio –por vergüenza ajena- de su hermano Tony Scott, también cineasta), va y no se me ocurre otra cosa que poner de nuevo el tacón en el cine... y en esta ocasión para ver LOS MERCENARIOS 2, ¡ni más ni menos! Realmente no tengo remedio. Soy lo peor



(En el fotograma superior Sylvester Stallone nos indica el tamaño de su pene)

Muchos pensaréis que por qué no voy a ver PELÍCULAS BUENAS, que sin lugar a dudas las hay (pocas, porque si en una película NO SALGO YO, no puede ser buena-buena, ¿me entiendes?). La razón es muy sencilla: si son buenas no podría destrozarlas en mi blog (todavía no estoy tan resentida con el mundo), y además me daría mucha envidia verlas y comprobar que NO APAREZCO en el reparto ni en el equipo técnico ni nada. Yo no voy al cine a sufrir (para eso pongo la tele). Ya sabéis (los que leéis mis libros), mi Ley es: ¿No me contratas para aparecer en tu película?... ¡Pues no la veo! (¡Aaaah, la venganza! ¡Qué dulce y qué estúpida! Pero qué dulce.) 

De todos modos he ido a ver esta ¿película? (llamémosla así, no seamos –demasiado- malos) porque sabía positivamente que me iba a REÍR UN MONTÓN, y sin lugar a dudas así ha sido (me medí la boca antes de entrar al cine, y a la salida, y me ha crecido un centímetro. No falla). Realmente aunque esté catalogada como película de acción, es una COMEDIA ABSOLUTA, y todo lo que sale es motivo de mofa y befa y escarnio y, sobretodo, crítica, ¡crítica destructiva!, ¡la que a mí me gusta! 

 

(Con esta formación, parecen burbújas de Freixenet a punto de levantar la pierna... ¡ja, ja, ja!)

 Para empezar diré que la película debería titularse LOS VEJESTÓRIOS 2, no LOS MERCENARIOS 2 (The Expendables 2 es el título original), y también he de añadir que la primera parte (LOS MERCENARIOS) me la perdí (o mejor dicho, no fui a verla porque no me salió del higo), pero, vamos, me la imagino perfectamente. Y también me imagino más partes, si llega a haberlas, que no me extrañaría, pero yo con haber visto esta ya tengo MÁS QUE SUFICIENTE. Con ello ya he pagado todo el karma negativo que pueda llevar arrastrando, y de hecho pienso que Dios y el Universo ME DEBEN UNA. Y espero que se pongan al día conmigo YA, porque sino no hay JUSTICIA UNIVERSAL ni hay nada. 

Pero comencemos, comencemos. A ver, yo pensaba que después de haber visto, hace como veinte años, la película Star Trek VI: Aquel país desconocido -la última que protagonizaron el reparto original de la serie- jamás podría llegar a ver algo más patético que la nave Enterprise reconvertida en un ASILO DE LUNÁTICOS, babeando, disfrazados con uniforme espacial (uniforme con braguero, claro). Pues me equivocaba. Aquello casi pasa a ser una anécdota cuando vemos LOS MERCENARIOS 2 y nos encontramos a esta panda de yayos metiendo barriga, haciendo LA MAMARRACHA a troche y moche, emulando una explosión de testosterona que seguro que su organismo no produce desde hace mucho (¡lo que debió ser ese rodaje! ¡Viagras p´arriba, Viagras p´abajo!) 

 

(En la foto superior vuelve a indicarnos que le mide unos 14 cm... en erección, claro. Por la cara que pone yo diría que miente, que exagera)

Dirigida por Simon West (muy conocido en su casa a la hora de comer, sí señor), que lo único que hay hecho ¿relevante? fue aquella tontuna de Lara Croft: Tomb Raider (lo cual me hace pensar que no hay sido más que una marioneta de los productores y del propio Stallone, que es productor y guionista, y seguro que le fue diciendo cómo tenía que poner la cámara, para tener él menos planos de escorzo), este engendro jamás debería haberse filmado, pues lo único para lo que ha servido es para malgastar un montón de dinero y para que muriera un doble de Silvester Stallone debido a lo cutre de las medidas de seguridad (explotó una bomba y... ¡le explotó de verdad! ¿Qué pretendían? ¿Hacer cinema verité?), ya que buena parte del presupuesto estoy convencida que se dilapidó en fiestas y puterío, habida cuenta tanto viejo verde por metro cuadrado. Seguro que durante la promoción y los estrenos del film continuó el putiferio de país en país, como si lo viera. E insisto: ¡Y a mí sin contratarme! (para una cosa... u otra). 

Hablar del ¿argumento? (llamémoslo así, no seamos –demasiado- malos) de la ¿película? es perder el TIEMPO y el ESPACIO. En cuanto al desenlace final… no es que sea predecible, es que este tipo de películas solo pueden tener un ÚNICO FINAL, y cualquier persona, animal, planta o cosa, se daría cuenta desde el principio de quién muere, quién lo mata, como, dónde, porqué y demás. Sencillamente te limitas a ver cómo te cuentan una historia que ya conoces, pues el masoquismo humano no tiene límites, y puestos a tirar el dinero... 

 

(Foto superior: ¡Vaya doce patas pa´un banco!)

Hay que decir, para los que no lo sepan, que el planteamiento original (¿planteamiento ORIGINAL? ¡Ja, ja, ja!) de la película es exactamente el del Equipo A, o sea un pequeño grupo de paramilitares, que al margen del ejército y la Ley, pero vestidos con modelitos de camuflaje y de color caqui, boinas y botas de hebillas, se dedican a hacer tanto “encargos privados” como el TRABAJO SUCIO que les pida el Gobierno, a cambio de dejarles en paz, alimentando la economía sumergida y haciendo apología del anarquismo, la violencia, los chistes malos, la conducción temeraria y los esteróides. 

La ¿película? está protagonizada por SYLVESTER… pero no SYLVESTER el cantante, que tendría una gracia (y que sería muy raro, porque falleció en los `80), sino por SYLVESTER STALLONE, que no sé cómo se atreve, con setenta y ocho años que tiene (por mucho que también tenga setenta y ocho liftings). Forman parte de este equipo de gamberros JASON STATHAM (que ya le vale haberse hundido así en la mierda), JET LI, DOLPH LUNDGREN, RANDY COUTURE (¡este sí que está como para comérselo por una piernaaaaaa!) y TERRY CREWS (luego me extenderé hablando de todos ellos). BRUCE WILLIS sí que ha firmado un suicidio profesional interviniendo aquí. Y, bueno, también podemos ver a ARNOLD SCHWARZENEGGER, que es, de largo, el que más viejo está y el que más ridículo hace. Al menos han tenido la decencia de vestirle mucho y no hacerle enseñar el cuerpo, que menudo cuadro. Ah, y también aparece, ¡ja, ja ja!, CHUCK NORRIS, teñido hasta el tuétano e interpretándose a sí mismo, o haciendo lo de siempre o... vamos, ¡Chuck Norris! (Es como El Fary de EEUU, con ese pelo -peluquín- y esos ojillos). Me parece muy cruel haber sacado a este señor aquí, para que se ría todo el mundo. Extrapolando esta ¿película? con un espectáculo de revista (que no es ningún dislate), diríamos que Stallone es LA SUPERVEDETTE, y los otros son vedettes, y alguna no es más que corista o poco más. 

 

(Foto superior de Arnold laboriosamente caracterizado como Jabba El Hutt, personaje que interpretará en la nueva versión de La Guerra de las Galaxias)

Jason Statham interpreta al brazo derecho de Stallone, y se llama... ¡Navidad! Y en los momentos de más acción, en medio de una selva, le llama al móvil su novia (que le llama constantemente y en los momentos más inoportunos), y el coge el teléfono y dice “Caríño, ahora mismo no puedo hablar”, en plan calzonazos. Vamos, disparate tras disparate y ganas de tirar por la borda las carreras. 

 También aparece JEAN-CLAUDE VAN DAMME, que ¿interpreta? (llamémoslo así, no seamos –demasiado- malos) al villano, dentro del ¿argumento? de esta ¿película? Van Damme también ha dado un bajón enorme, y se ve que no se cuida porque tiene un descolgamiento nasofacial tremendo, y también necesita una blefaroplastia, porque parece el Inspector Closeau. Hay que decir que Van Damme, MUY DIGNA, se negó a participar en la primera entrega, pero se ve que su evidente adicción al Don Simón le hizo reconsiderar con esta segunda propuesta. En la primera salía MICKEY ROURKE, pero afortunadamente le mataron enseguida. Con los que salen en esta ya tenemos bastante. Volver a contar con él hubiera sido un exceso imperdonable. 


(Foto superior de Jean-Claude, haciendo el moña en el photocall. ¿No le da pudor hacer eso? Y abrid la foto y mirad la cara. Sin embargo de paquete no parece que esté mal, todo hay que decirlo. Salvo que sea relleno.)

El que se pasa toda la película interpretando a un indigente alcoholizado es Dolph Lundgren… aunque lo curioso es que su personaje no es un indigente alcoholizado, de tal manera que saco yo la conclusión de que le han metido ahí por solidaridad entre gorilas al verle por ahí tirado borracho. Con los años se ha convertido en una especie de Nick Nolte (un anciano melenudo rubio con pinta de guarro), solo que como reza el xenófobo refrán: comparar a Nick Nolte con Dolph Lundgren es como comparar a Dios con UN GITANO. No estoy acostumbrada a utilizar este tipo de refranes, pero ahora no tenía más remedio, háganse cargo. 

En cuanto a Jet Li, se ve que le pusieron para justificar el cupo de chinos en el reparto, porque el pobre no hace nada. Hace un poco el bufón y nada más. Y, cómo no, también hay un negro, Terry Crews. Bueno, claro, y también hay una mujer y ¡eureka! un chico joven. Solo les hubiera hecho falta un animal, una mascota. ¡Ah, no!, ya he dicho que interviene Schwarzenegger. 


(Foto superi... bueno, sin comentarios)

Bueno, es que crítica de la película aparte (¿qué crítica puedo hacer de ESTO?), lo de Schwarzenegger no tiene nombre. Se pasa tooooooda la santa película haciendo chistes sobre TERMINATOR, que llega ya un momento que dices “¡Por favor, payasa, deja ya de decir <¡He vuelo!>, <¡Ahora vuelvo!>, <¡Sayonara baby!> y demás gilipolleces, que me estás poniendo de los nervios!”. Si la película ya de por sí no hay quien se la crea ni quien consiga identificarse con nada, ni nada, llega este jubilado decrépito para romper la concentración cada vez que aparece, soltando chorradas sobre lo único llamativo que ha hecho en su vida profesional. Incluso llega a hacer un chiste sobre RAMBO, que me parece inconcebible y absolutamente fuera de lugar ya. Tanto es así que hay un momento al final de la película en que Arnold dice por enésima vez no sé qué de ir a no sé dónde y, por supuesto VOLVER, y Bruce Willis le interrumpe y le dice que se esté quieto, que ya ha ido y vuelto demasiadas veces, que ya va él y lo resuelve (¡Esto es ciertoooo!). Esto convierte la película en una PARODIA CONTINUA, lo que junto a la gran cantidad de ROSTROS FAMOSOS, hace que la cosa termine pareciendo una nueva entrega de TORRENTE, una “torrentada”, vamos. 

                                        

(La calavera, lo único que se salva de la quema)

¿Cosas buenas? Hombre, claro que tiene cosas buenas. Seamos positivos y terminemos con LO BUENO. A veeeer... déjame que pienseee... Me gusta mucho el logotipo de la calavera con los machetes y los fusiles. Me encantan las cejas de Stallone, que ahora mismo son exactamente como las de la excéntrica de su madre, de travesti total. También considero que la película alcanza el nivel exigible de explosiones, tanques, muertos y helicópteros. Y, bueno, lo dicho, como COMEDIA FAMILIAR NAVIDEÑA considero que no tiene precio. Y como forma de tortura china, tampoco. Y que con RANDY COUTURE me acostaba totalmente. Y, además, lo haría GRÁTIS. 

 

(No es una muñeca grotesca, es la madre de Stallone, y futuro aspecto de Sylvester)

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