Acabo
de ver la esperadísima película Prometheus de Ritley Scoth, y como
estoy muy impactada emocionalmente y tal (no sé si impactada en
cuanto a encantada o a decepcionada, pero qué más da), pues he
decido escribir mi propia crítica (destructiva) cinematográfica y
en paz, que es un poco sinopsis también. Al fin y al cabo he
dirigido un cortometraje, de tal manera que soy una cineasta y eso, y
por tanto tengo criterio y potestad para destrozar cualquier clásico
o cualquier estreno de cartelera, y punto. Y a ver quién me dice lo
contrario, que le pego un puñetazo que le rompo la cabeza. Yo, con
los calores del verano, me pongo muy agresiva (y con los fríos del
invierno soy muy pendenciera).
Bien,
la historia comienza en un planeta por ahí, a tomar por culo, tipo
el de Avatar pero no tan florido, aunque con mucha agua. Aquello son
como las cataratas del Niágara de aquel planeta. Bueno, ahora que
digo esto... probablemente se trata de la Tierra, en un tiempo en el
que no había vida... ¡Claro, debe ser eso! Comienza todo con una
escena absolutamente incompresible (bueno, recordemos que soy rubia)
en la que una especie de chulazo extraterrestre, un bigardo como de
tres metros, culturista (aunque con muy poco paquete, todo hay que decirlo), que de cuerpo está muy bueno –y me lo
tiraba- pero de cara da un poco de grima, y va totalmente depilado,
cejas y todo, no sé qué le pasa que como que se suicida o algo. Ya
digo, no tiene ni pies ni cabeza. De hecho el extraterrestre acaba
sin pierna, porque… en fin, que pierde una pierna y no recuerdo si
más cosas. Es un tío muy blanco, sin pelo, tipo calamar. Tiene
perfil griego. Se ve que les gusta manipular los ADN´s de las cosas
y tal, porque se aburrirán al estar tan adelantados. La moraleja es
que estas cosas tienen mucho peligro y generalmente salen mal, porque
no se puede suplantar a Dios y todo ese rollo. Uhm, estoy pensando
que debe ser que él se inmola (¿qué necesidad?) para “infectar”
la Tierra de sus restos biológicos... y de ahí surgir la vida...
¡Ah, claro, es eso! Sí, porque hay como una nave nodriza que se va
y le deja ahí, pudriéndose, vamos, desintegrándose. Pero, ya digo,
qué necesidad.
De
ahí pasamos a la Tierra, al año 2088 u 2089 o por ahí (justo un
siglo después de la explosión acid house en las discotecas), donde
dos como arqueólogos, tío y tía, descubren no sé qué excavación,
o no sé qué, como con 35.000 años de antigüedad, dónde al igual
que en otros lugares de la tierra (Egipto, Mesopotamia, El Quinto
Pino…), encuentran dibujos, jeroglíficos y monigotes en general,
donde se escenifican a unos seres muy grandes (como el bigardo del
principio) que apuntan a una especie de constelación o sistema solar
o rollo ese rollo. Vamos, que viene a decir que en diversas épocas
de la historia –y prehistoria- nos visitaron seres extraterrestres,
y contactaron con gente de la época y todo eso, lo típico. Es como
un plano o mapa estelar. Parece ser que enseguidísima localizan ese sistema
y preparan una nave para ir, cómo no, sino no habría película.
De
ahí pasamos al dos mil noventa y poco. Una nave llamada creo que
Titan Prometheus (basada descaradamente en el mito de Prometeo, luego
digo yo que la caja de pandora debe ser el huevo de los aliens), se
dirige a donde sea, porque no se sabe, ni se sabe el por qué, pero
el espectador sí lo sabe. Yo os cuento: se trata de una expedición
científica rumbo a ese sistema, a un planeta relativamente parecido
a la Tierra, aunque no se puede respirar ni nada, porque tiene no me
acuerdo qué en el aire, y es “como respirar de un tubo de escape”,
como señala uno en la película, vamos, un asco. Digo yo que si hubieran mandando a astronautas de Madrid se habrían ahorrado las escafandras, pues aquí estamos acostumbrados a respirar así.
En
la nave va toda la tripulación en animación suspendida, tipo
criogenizados, hibernados, o lo que sea. Ellos lo llaman hipersueño
(que es exactamente lo que tengo yo siempre). La nave la dirige en
esos momentos un robot, David, un androide con apariencia humana masculina.
Bueno, más bien tiene apariencia de “marica mala”, pues es una
marisabidilla con las cejas depiladas, que se tiñe las raíces y
tiene muy mala baba, y una altanería típica del ramo. Llegados al
planeta despierta al personal y vemos que Charlize Theron hace de
“gobernanta también mala”, muy estúpida, insoportable, y en
primeros planos ya se la empieza a ver un poquito ajada, con
descolgamiento de cuello y celulitis en el culo. Bueno, al final de
la película nos daremos cuenta de que tooooodos en realidad, por una
cosa o por otra, son malos. Creo que los únicos que se salvan son
algunos personajes de reparto, figurantes, muy secundarios, que no
tienen ni nombre, y apenas alguna frase. Figuración con frase, ya
digo. Que se salvan me refiero de ser malos, porque aquí al final
prácticamente no se salva nadie, mueren todos. Ah, y también son buenos un negro
y un chino y uno normal, que al final se suicidan voluntariamente
para salvar al planeta Ti… bueno, mejor no lo cuento para no
destripar nada. En fin, que como todo el mundo es “mala gente”,
difícilmente te van a parecer muy malos los aliens. Parafraseando la
frase de Pepe Darosa, aquí “¡to er mundo es malo!”.
Enseguida
nos damos cuenta de que la protagonista es una tipa llamada Elisabeth
Shaw, que tiene unos pómulos que no le caben en la escafandra, así
que llevan todos unas escafandras enormes, y todo es condicionado por
los pómulos de esta. Los pómulos parecen naturales, aunque yo no me
fiaría. Tiene cara de granjera. Esta tipa, y su novio, son los
arqueólogos del principio, y ella fue la que le metió los perros en
danza a un viejo multimillonario para que financiase este
despropósito espacial, pues ella está como súper segura de que los
tíos de ese planeta estuvieron en la tierra y, de hecho, nos crearon
a nosotros, de tal manera que la idea es ahora visitarles a ellos,
para preguntarles que por qué nos hicieron más bajos que ellos y
otras cuestiones, en plan que si existe Dios y demás. Para ella los
gráficos son una invitación a ir a buscar respuestas cuando estemos
preparados, tengamos buenas naves, etc, y por esa fecha ya tenemos
unas naves divinas y unos ordenadores totales. Ah, Elisabeht ha
bautizado a estos seres como “los ingenieros”, pues se entiende
que utilizaron ingeniería genética para crearnos y todo eso.
Ella
está súper ilusionada porque tiene novio, y porque ella quería ir
a la otra punta del universo y lo ha conseguido, y todo lo que se le
mete en la cabeza lo tiene que conseguir, porque menuda es ella. Ah,
tiene un trauma porque no puede tener hijos (cosa que no me cuadra
pues en esa época futura están muy adelantados en todo) y porque su
madre murió de pequeña y su padre, que era explorador en África,
poco después. Parece bastante menos bollo que Riply, de hecho, ya
digo, marcan enseguida que ella tiene novio, y trauma por no poder
ser un ama de casa con cuarenta hijos, lo cual me parece un retroceso. El único gay es el robot, que
se sepa. También hay un punki en la tripulación, que es el que
mejor look tiene, pero muere de los primeros. Bueno, los ingenieros esos la verdad es que son todos un poco musculocas.
Para
interpretar al viejísimo multimillonario, en vez de coger a un actor
viejo, van y maquillan de pena a uno de los actores de Priscilla,
reina del desierto (Guy Pearce), de tal manera que no hay quien se
crea nada, y en todo momento está esperando una que el viejo se
arranque por Gloria Gaynor. Además, la intención de este absoluto
“Sr. Burns de Los Simpsons” no es todo lo de filosófico que
pueda tener contactar con nuestros creadores, sino poder conocerles
para que, cómo no, le revelen el secreto de la vida eterna, lo cual
jamás se había visto en una película de ciencia-ficción. La
Theron al final resulta que es su hija, aunque yo ya me lo imaginé
muy al principio. Malo el viejo, mala la Theron, malos los
ingenieros, malo el novio de Elisabeth, malo -por supuesto- David el
androide, malo el punki... malos todos. Y mala la prota porque por
ella se lía todo.
Llegan
al sitio y enseguida descubren unas construcciones raras, y ahí que
se van. Se meten en las construcciones y comprueban que están huecas
por dentro y que hay de todo, aunque no encuentran gente viva. En
realidad está infectado de aliens, pero están metidos en vasijas
(no en huevos como en Alien, el octavo pasajero), así que no se ven, solo se suponen o
intuyen. Lo mismo ni los hay. También hay unos esqueletos gigantes,
de los tíos gigantes esos. En realidad gran parte de esta estructura
subterránea es una gigante nave espacial. Todo ello es un hangar en realidad. Es
como la nave con forma de herradura que aparece en Alien, el octavo
pasajero, donde hay un gigante seco a los mandos de una especie de
telescopio, con el pecho reventado. De ahí que esto sea un poco
precuela.
La
cosa es que estos humanoides van creando vida por ahí… pero
también van destruyéndola, se supone que para crear otra nueva, lo
cual me parece un trabajo tonto. Para destruir han inventado los
aliens, pero se ve que se les ha ido de las manos y los aliens les
han destruido a ellos, porque quien a hierro mata… Y lo que
descubren los nuestros es que pretendían ahora aniquilar la tierra
mandándonos aliens. Claro, los de la Tierra flipan y deciden que lo
mejor va a ser irse disimuladamente, silvando, con la nave para casa y dejarlo todo en
su sitio.
Luego
resulta que sí queda un tío alto vivo, solo que también en
hibernación, pues se ve que por aquel entonces era muy normal y
resolvía mucho. Los tíos estos altos se ve que tienen “mu mala
follá” y muy mal despertar, así que cuando le despiertan se lía
a hostias con todo el mundo y la prota tiene que salir pitando porque
si no la mata y se acabó la película.
En
fin, para resumir “y no destripar nada del argumento” os diré
que Ridley Scott, como se ve que le han dicho millones de veces que
fue un acierto mostrar muy poco al alien de Alien, el octavo
pasajero, pues aquí se ha vuelto loca y ha pensado que dará
muuuuucho más miedo aún si directamente prácticamente no muestra
ningún alien y punto. Y yo digo que eso es una tontería además de
una estafa, porque si yo voy a un concierto de Madonna no quiero
pasarme dos horas viendo a sus bailarines haciendo el ganso, y al
final un flash en una pantalla con dos imágenes de Madonna, no, ¡Yo
quiero ver a Madonna cansándose a base de bien, que para eso pago la
entrada! Y lo mismo digo con la película: yo no voy al cine a ver
una precuela de Alien, para prácticamente no ver aliens. Así que me
parecen muy mal por parte de Ridley Scott, por muy Ridley Scott que
sea. Solo salen dos al final, uno que parece una estrella de mar pero
en plan burro, y otro más tipo clásico, pero diferente, que no me
gusta nada ni me da miedo ni nada, porque parece un gnomo con gorro,
y no da casi tiempo ni a verle ni nada. Lo peor.
Al
androide, para variar, le arrancan la cabeza y escupe leche (¡oh,
nunca visto!), y una de las escenas más divertidas es cuando la
protagonista se hace una cesárea a sí misma y en un pis-pás, y
“recién parida viva” sigue para acá y para allá como si tal
cosa. También hay otras escenas muy divertidas, como cuando matan al
novio de la protagonista, o la forma en que muere Charlize Therón,
aunque te deja un poco aplanado.
Y
así, un poco aplanada, me he quedado yo, porque a la película le
faltan al menos 25 minutos más, con más acción, más peleas, más
explosiones, y algún helicóptero. Y más dobles finales… ¡y un
poquito más de aliens, por favor! Y es que en esta película te da
miedo todo, menos lo aliens. Claro, cómo te van a dar miedo los
aliens, si apenas hay aliens. Pero, nada, nada, id a verla y me
contáis vosotros qué os ha parecido, id. Que por mí no quede, que
a mí no me gusta meter cizaña sobre las películas de mis
compañeros, y yo a Ridley Scott le tengo mucho aprecio y es muy
amigo mío y me da mucha pena que le critiquen. Aunque, mira, si hace una película de Alien sin aliens, me parece normal que le pongan la cara colorada, porque eso es un engañabobos y un robo a mano armada, y eso está muy feo, y como tenga que hacer yo una película de aliens vas a ver.
5 comentarios:
Jajajajajaja, no he visto la película, pero he echado unas risas y pasado un buen rato leyendo tu crítica "destructiva"... deberías hacer más críticas cinematográficas. Un abrazo
Ahora mismo cuelgo el enlace en Twitter...jajaja
Graciososima crotica y la pura verdad!
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